Contrato de voluntariado no remunerado: ¿Qué es, cómo hacerlo y legislación aplicable?

En tiempos como los que corren, donde las desigualdades están a la orden del día, es normal que muchos de nosotros queramos aportar nuestro granito de arena. Una de las formas de hacerlo es a través del voluntariado. Sin embargo, para blindar derechos y obligaciones, lo más recomendable es redactar un contrato de voluntariado, ¿pero cómo?

¿Qué es exactamente el contrato de voluntariado?

Básicamente, cuando se quiere participar de ciertas actividades para una organización de manera altruista, es decir, sin recibir dinero a cambio, ya sea esta pública o privada, se necesita de un documento de compromiso conocido como contrato de voluntariado. Para ser válido, el contrato de voluntariado no remunerado debe presentar estas condiciones:

• Naturaleza solidaria y altruista, realizando las actividades, por tanto, por propia voluntad y nunca bajo coacción.
• Se trata de un contrato de voluntariado no remunerado, por lo que el trabajador se compromete a no recibir contraprestación económica alguna.
• Aunque no se cobre por ello, sí puede recibirse un reembolso que cubra los gastos derivados del desempeño de la actividad voluntaria.

Además, el voluntariado debe hacerse a través de una organización sin ánimo de lucro. No importa si es privada o pública, pero es una condición indispensable. Asimismo, es ilegal sustituir un trabajo retribuido por un voluntariado. Es decir, contratar a personal sin retribución económica que realice tareas que en otras circunstancias se habrían pagado.

¿A qué actividades limita la ley española el voluntariado no remunerado?

El voluntariado no remunerado en España está legislado. Es decir, la ley actual señala qué actividades pueden llevarse a cabo bajo un contrato de voluntario. Por lo general, las actividades contempladas para un contrato de voluntariado no remunerado son las siguientes:

• Culturales;
• Científicas;
• Deportivas;
• Sanitarias;
• Defensa del medioambiente;
• Servicios sociales;
• Cooperación al desarrollo.

Es decir, se trata de actividades de interés general. Obviamente, cada ejemplo de voluntario varía, por lo que para estar seguro del contexto en el que se llevará a cabo, debe tenerse en cuenta la normativa Estatal Ley 45/2015, de 14 de octubre, de Voluntariado. Asimismo, cada comunidad autónoma contempla sus propios supuestos, algo que también debe estudiarse.

¿Cómo hacer y utilizar un contrato de voluntariado no remunerado?

Como cualquier contrato, e independientemente de si es un contrato de voluntariado deportivo o de cualquier otra naturaleza, este debe hacerse por escrito, dejando constancia del compromiso entre ambas partes. Dicho documento debe incluir los siguientes datos, aunque es posible que se puedan añadir otros más de interés a modo de cláusulas extras:

• Datos identificativos tanto de la organización para la que se va a trabajar como del voluntario.
• Los derechos y deberes de ambas partes, es decir, tanto del voluntario como de la organización.
• Descripción con sus límites de las actividades y funciones que desarrollará el voluntario una vez entre en vigor el contrato de voluntariado no remunerado.
• En caso de que fuese necesario, el proceso de formación que debe completar el voluntariado para llevar a cabo las actividades acordadas.
• Horario que deberá cumplir el voluntario, así como la duración del contrato de voluntario.
• Posibles reembolsos de los gastos pecuniarios derivados de la puesta en marcha del contrato.
• Aquellos supuestos que sean razón irrevocable de la desvinculación de ambas partes, así como una cláusula que indique que no hay relación laboral entre el voluntario y la organización para la que trabaje.

Para que los ejemplos de voluntario funcionen, ambas partes deben firmar el documento. Lógicamente, los voluntarios también deben firmar una declaración responsable que acredite que este no tiene antecedentes penales de cierta índole (violencia de género, terrorismo o violencia sexual, entre otros). De esta forma, se garantiza un contexto seguro.