Actualmente, nadie pone en duda el derecho a disponer, como trabajador, de vacaciones remuneradas. Sin embargo, el tema cambia cuando se trata de la solicitud de días por asuntos propios. Estos no son vacaciones y, por tanto, deben gestionarse de otro modo. Además, su naturaleza varía en función de si se circunscriben al sector público o privado.

 

A continuación, ¡todo lo que debes saber sobre los días de asuntos propios:

Diferencias entre el modelo de solicitud de día por asuntos propios en el sector público y el sector privado

Para aprender cómo se pide un día de asuntos propios, lo primero que debe hacerse es establecer la diferencia respecto a la solicitud de día por asuntos propios que existe entre el sector privado y el sector público: 

Modelo de solicitud de días para asuntos propios en el sector privado

Si eres empleado del sector privado, la regulación de las relaciones laborales sabrás que se recoge en el Estatuto de Trabajadores (ET). Sin embargo, es posible que desconozcas que todo aspecto relacionado con los asuntos propios en el Estatuto de los Trabajadores no se recoge. Sí se mencionan algunos permisos retribuidos que juegan a favor del trabajador:

  • Descansos semanales.
  • Periodos vacacionales.
  • Ausencias por motivos justificados.

 

¿Entonces qué ocurre con la solicitud de días para asuntos propios? Es posible que se encuentren estipulados en el convenio colectivo del sector en el que trabajes, por lo que es conveniente consultarlo. También pueden haberse apalabrado previamente a través de un contrato con el empleador. En caso contrario, tendrás que hacer una solicitud de cero.

Solicitud para asuntos propios en el sector público

Afortunadamente, los funcionarios públicos y otros empleados de este sector están protegidos por el Estatuto Básico de los Empleados Públicos (EBEP). Este recoge lo que popularmente se reconoce como «moscosos»: los días de asuntos propios. Estos días de asuntos particulares van entre los 6 y los 9 días al año en función de sector y antigüedad.

 

Toda la legislación a este respecto se recoge en el artículo 48 del EBEP. Los días de libre disposición para los funcionarios están sujetos a cambios por temas legales o en circunstancias especiales. Por ejemplo, en 2020, estos pasaron a ser 7. Se quería, de este modo, compensar todas las medidas especiales que se tomaron por culpa de la COVID-19.

Solicitud de día de asuntos propios en el sector privado

Por tanto, una empresa privada puede negar el modelo de carta de solicitud para pedir asuntos propios, especialmente si estos no se contemplan en el convenio ni en el contrato firmado por empleado y empleador. Siendo así, lo mejor es solicitar el día de asuntos propios formalmente, a través de un buen asesoramiento y respetando los límites lógicos:

  • No pueden solicitarse justo antes o después de las vacaciones remuneradas.
  • Por lo general, la solicitud de días de libre disposición no debe incluir una justificación, aunque puede ser positivo hacerlo.

No olvides seguir todos los pasos necesarios sobre cómo pedir un día de asuntos propios. Pero, en caso de que la empresa niegue el permiso sin una causa válida, no estaría de más buscar ayuda profesional, como, por ejemplo, la de un abogado. Podrías plantearte una demanda ante el Juzgado de lo Social para obtener una indemnización por el daño recibido.

Cómo pedir un día de asuntos propios: La remuneración

Una vez completado el proceso de cómo pedir el día de asuntos propios, tal vez te quede la duda respecto a la remuneración. Independientemente de que se presente la solicitud de día por asuntos propios en PDF o en cualquier otro formato, debes saber que la empresa no tiene, salvo por convenio u otros pactos, obligación de pagar lo acordado por ese día.

Como compensación, el Tribunal Supremo ha dejado bien claro en sentencias recientes que una vez completado el proceso de cómo solicitar un día de asuntos propios, habiendo sido aprobado, el trabajador no tendrá por qué recuperar el día de ausencia. Más allá de eso, no hay que olvidar los permisos retribuidos, como, por ejemplo, ante el nacimiento de un hijo.