Cuando se va a colaborar a medio-largo plazo con una asociación sin ánimo de lucro, ya sea esta pública o privada, es necesario hacerlo a través de un contrato de voluntariado. Pero ¿cómo funciona el contrato de voluntariado no remunerado en España? A continuación, explicamos derechos y deberes, así como escenarios idóneos para su uso.

¿Qué caracteriza al contrato de voluntariado en España?

Aunque cada relación de voluntariado es única, es verdad que hay una serie de características comunes a todos los ejemplos de voluntario vía contrato. Por tanto, un contrato de voluntariado no remunerado presentará siempre estos cuatro aspectos:

  1. Es de carácter solidario;
  2. Su puesta en marcha se hace libremente entre ambas partes;
  3. No hay contraprestación económica por los servicios brindados;
  4. Debe desarrollarse a través de entidades de voluntariado registradas y con base en programas concretos.

 

El contrato de voluntario no remunerado se puede desarrollar tanto en ámbitos públicos como privados. No es necesaria la redacción de un contrato de voluntariado no remunerado en casos de colaboración esporádica o aislada cuyas razones obedezcan a amistad, buena vecindad u otros motivos similares. ¿Y qué regula el contrato de voluntariado en una ONG?

¿Por qué es necesario un contrato de voluntariado no remunerado para trabajar en una ONG?

Con base en la Ley 9/1996, cualquiera que quiera ejecutar un contrato de voluntariado no remunerado con una ONG debe disponer de dicho documento por escrito. De hecho, es el apartado 9 de dicha ley donde se recoge todo lo que debe contener una relación de este tipo. Entre todo lo que se recoge, hay cuatro puntos importantes para el contrato voluntario:

  • Derechos y deberes de ambas partes (voluntario y organización);
  • Funciones de las que el voluntario se responsabilizará, así como por cuánto tiempo;
  • Procesos de formación necesarios para ejecutar correctamente el contrato de voluntario;
  • Posibilidad de ruptura del contrato de voluntariado no remunerado y en qué casos se puede producir.

 

La regulación también recoge qué actividades puede o no puede llevar a cabo el voluntariado. Además, el documento puede adecuarse a la situación concreta. Por ejemplo, un contrato de voluntariado deportivo será, lógicamente, para actividades de dicha índole. Las actividades que se realizan en un contrato de este tipo destacan por su interés general.

Cuando firmo un ejemplo de voluntario vía contrato, ¿qué derechos y deberes contraigo?

Cuando se comienza una relación de voluntariado con una ONG o cualquier otro organismo sin ánimo de lucro, hay una serie de derechos y deberes blindados por el contrato de voluntariado no remunerado. ¡Veámoslos!

Derechos

  • Derecho a la información, orientación y entrega de los materiales o cualquier otro elemento necesario para que las labores que realizar se puedan llevar a cabo exitosamente;
  • Derecho a un trato respetuoso, en el que la intimidad del voluntario no debe menoscabar, así como tampoco deben producirse actos de discriminación;
  • Derecho a estar asegurado ante posibles enfermedades o accidentes que se produzcan en el contexto del desarrollo de las actividades propias del contrato de voluntariado no remunerado;
  • Derecho a disponer de una acreditación y a que la labor realizada se reconozca a nivel social.

Deberes

  • Cumplir los compromisos recogidos en el contrato exitosa y eficientemente;
  • Respetar los acuerdos de confidencialidad entre el voluntario y la organización;
  • Ser diligente y solidario en las actuaciones, rechazando cualquier contraprestación económica a excepción de reembolsos por gastos derivados de la ejecución del contrato;
  • Acatar las órdenes que se te den para completar las actividades recogidas en el contrato, así como no utilizar indebidamente cualquier material que facilite la organización para la que se es voluntario.

Conclusión sobre los contratos de voluntariado no remunerado

Independientemente de que sea un alto altruista, cuando se prolonga en el tiempo exige una seguridad jurídica para todas las partes implicadas. Por ello, es necesario hacer un contrato de voluntariado no remunerado, ya que, de esta forma, quedarán claros deberes y derechos. Siendo así, se podrá ayudar a terceros siempre en un contexto de seguridad