Cuando se habla de un acta de manifestaciones se hace referencia a un documento legal. Su objetivo es el de registrar detalles derivados de una reunión, evento o encuentro entre dos o más personas. ¿Pero qué es un acta de manifestaciones? A continuación, explicamos al detalle la importancia de las actas de manifestaciones en muchos procesos burocráticos.

¿Qué es el modelo de acta de manifestaciones?

Un acta de manifestación es un documento oficial. Cuando en él interviene un notario, se convierte en un documento público con validez formal en diversos procedimientos. Al ser público, puede solicitarse una copia a futuro cuantas veces se desee. ¿Pero para qué sirve?

  • Recordar acontecimientos;
  • Documentar acontecimientos;
  • Presentar evidencias para afrontar posibles problemas legales.

 

Básicamente, por tanto, la carta de manifestación sirve para llevar un férreo control de los acontecimientos, así como para ratificar posiciones de una o varias personas. Es por ello que se usan en muchos procedimientos administrativos, como, por ejemplo, la solicitud de una VISA de estudiante. ¿Pero qué incluye generalmente una acta de manifestación?

¿Quién puede hacer uso del modelo de acta de manifestaciones?

Este documento puede ser requerido por las siguientes autoridades gubernamentales:

  • Policía;
  • Guardia Civil;
  • Ejército;
  • Funcionarios de la administración pública.

 

Un acta de manifestaciones en modelo estándar o notarial puede ser también requerida por organismos no gubernamentales, como, por ejemplo, una ONG o una asociación comunitaria. En ellas se recogen datos de la siguiente naturaleza:

  • Fecha, hora y lugar;
  • Personas presentes;
  • Qué se manifiesta y quiénes lo hacen;
  • Tema discutido y duración de la manifestación;
  • Incidentes producidos durante la manifestación:
  • Cualquier otra información relevante.

 

En el caso de los incidentes son más de descripciones del evento en las que se desee señalar que ha habido violencia, vandalismo, desórdenes… Asimismo, también pueden incluir reclamos producidos durante el encuentro. Eso sí, en una carta de manifestación para un visado por reagrupación familiar, por ejemplo, este tipo de contenido no tiene lugar.

Dos escenarios posibles para la carta de manifestaciones

Por tanto, con lo dicho hasta ahora queda claro que un acta de manifestación presenta dos enfoques disímiles:

  • Recoger lo que se produce en una manifestación, sea esta del tipo que sea. Siendo así, por ejemplo, se trata de un documento oficial que recoge lo contenido, incluso incidentes y reclamos, para poder afrontar con garantías cualquier consecuencia penal o, simplemente, dejar constancia de lo sucedido en aras de objetivos mayores.
  • Manifestar una situación determinada. Por ejemplo, en un caso de reagrupación familiar comunitaria, el individuo manifiesta el deseo de reagrupar a la familia. En el documento, siempre ante notario para darle validez, el manifestante deberá incluir datos personales, como, por ejemplo, domicilio o la capacidad económica que tiene.

 

Qué no se debe incluir en un acta de manifestación

Para que podamos hablar de un acta de manifestaciones con validez, hay una serie de puntos que deben evitarse:

  1. No han de recogerse en el acta de manifestaciones opiniones o datos que sean irrelevantes para el objetivo posterior;
  2. No ha lugar a comentarios de carácter personal, como insultos o problemáticas con terceros que no tenga relación con el tema central;
  3. Acusaciones personales, como, por ejemplo, con relación a la comisión de un delito, así como ofensas vinculadas a sexo, religión, edad u otros aspectos personales.

 

En caso de un evento, tampoco competen los comentarios respecto al trabajo o responsabilidades de los participantes, al menos no en términos subjetivos o críticos. En resumen, un acta de manifestación, sea para dar constancia de un suceso o ratificar una situación con un objetivo administrativo, debe incluir solo los datos realmente relevantes.