La legislación española da libertad para que una persona física o jurídica delegue en un tercero o terceros la toma de decisiones. Esto se conoce como modelo de poder general para trámites o notarial. Es común en casi cualquier democracia consolidada. ¿Pero cómo hacer un poder general de representación? Lo explicamos al detalle en este contenido.

¿Cuándo se usa un poder notarial?

Este documento convierte al apoderado en un representante legal a todos los efectos. El poder notarial de representación sirve para un amplio abanico de situaciones. En función de su naturaleza, puede circunscribirse a una sola acción o varias. Y es que, por lo general, el poder notarial se divide en tres subtipos. Hay que tenerlo claro para saber cuál se necesita:

  1. Poder notarial general: Imprescindible si estás buscando cómo hacer un poder a un abogado, aunque también sirve para terceros no cualificados en este ámbito, pero a los que se les da la potestad de decidir en, por ejemplo, la gestión de bienes.
  2. Poder notarial preventivo: Si el anterior es más un poder especial para pleitos, en este caso se trata de dar poder a un tercero para que cumpla con la voluntad del primero en caso de incapacidad futura. Suele ser para dar poderes a un hijo.
  3. Poder notarial especial: Esta sí es una carta de poderes que tiene validez para un único acto jurídico único. Suele ser un ejemplo de cartas de poder propio de la compraventa de bienes, tramitación de divorcios, gestión de herencias, etc.

¿Cuáles son las diferencias entre la carta de poder para trámites y la notarial?

Aunque es cierto que se trata de documentos bastante similares independientemente de si es el modelo de poder de representación en Word o en cualquier otro formato, también lo es que existen algunas diferencias. Y estas diferencias no son baladíes. Por ello, conviene conocer bien el contraste entre ambas opciones. Lo repasamos brevemente a continuación:

  • Al estar firmado ante notario, el poder notarial presenta categoría de documento público. Por el contrario, el poder para trámites es un documento de carácter privado y naturaleza, por tanto, disímil.
  • A la hora de redactar un poder para trámites, al no estar firmado ante notario, la revocación de las capacidades que se le otorgan al apoderado se complica. Con notario, revocar el poder es sencillo.

 

La revocación es un punto muy a favor de la carta de poder notarial, pues permite eliminar toda capacidad de acción en tu nombre al tercero apoderado y, además, muy rápidamente (acudiendo de nuevo a un notario que dé constancia de la revocación). Por otro lado, la carta de poder para trámites incluye dos testigos, pero sigue siendo de carácter informal.

¿Cómo hacer un poder rápido y fácil?

La elaboración de un poder es bastante sencilla y expedita, redactándose un documento que incluya lo siguiente:

  • Identificación de poderdantes y apoderados.
  • Facultades que se otorgan y contextos en los que se pueden llevar a cabo.
  • Fecha y lugar en el que se otorga el poder.

 

Es buena idea recoger apartados adicionales sobre posibles revocaciones, límites y otras cuestiones que puedan brindar mayor seguridad jurídica. Asimismo, es esencial especificar si se está redactando un poder especial o un poder general. Para blindarlo, una vez redactado, se recomienda acudir a una notaría y elevarlo a categoría de escritura pública.

 

Como siempre, si tienes dudas sobre la elaboración del poder, lo más recomendable es acudir a un abogado antes de elevar la carta de poder a categoría pública a través de una notaría. Y es que, de este modo, sabrás al 100 % que estás elaborando un poder con gran seguridad jurídica. Deben valorarse los riesgos de ceder la toma de decisiones a terceros.