En ocasiones, hay problemas de convivencia. Esto puede llevar a recurrir a un modelo de queja de Administrador de Fincas o a la carta a vecinos molestos, antes de tomar medidas más severas. ¿Pero cómo redactar una carta para vecinos molestos? A continuación, todo lo que debes saber sobre el modelo de carta de queja formal para solucionar conflictos.

Los tres marcos regulatorios en los que hay que fijarse

Para entender posibles infracciones o pausas de actuación, ya sea con el uso de un modelo de carta de queja o, alternativamente, el uso de un modelo de carta de denuncia por ruidos molestos (u otras situaciones que dañen la convivencia) implicando al propietario, hay que entender los tres marcos normativos que existen al respecto. Siendo así, se sabrá actuar:

Comunidad de Vecinos

Más allá de otras leyes, cada Comunidad de Vecinos puede establecer sus propias normas. Estas son acatadas por cada miembro de la propiedad. No importa si estos son propietarios o arrendatarios. Estas normas, lógicamente, se pueden consensuar en las juntas y reuniones vecinales. Con ellas, se trabaja en espacios comunes donde reine la armonía.

Ley de Propiedad Horizontal

A nivel nacional, existe esta ley que regula las relaciones entre vecinos, así como entre propietarios e inquilinos. En el artículo 7.2 de dicha ley, se señala que tanto el propietario como el ocupante del piso tienen prohibido desarrollar actividades en el inmueble que vayan en contra de la convivencia: actividades molestas, insalubres, ilícitas, peligrosas o nocivas.

Ley de Arrendamientos Urbanos

En esta ley se trata de proteger al propietario para evitar problemas con la Comunidad de Vecinos o la justicia a raíz de un modelo para denunciar por ruidos molestos al Ayuntamiento u otras actividades que dañen la convivencia. El artículo 27.2 recoge, pues, que si el inquilino incurre en actividades molestas, el propietario puede rescindir el contrato.

Errores que evitar para poder echar lo más rápido posible a inquilinos o propietarios molestos

Para poder encauzar la situación favorablemente, debe procederse de la forma apropiada. En caso contrario, el que puede acabar teniendo problemas eres tú. Por tanto, una vez detectado el problema, si se le ha comunicado verbalmente al vecino o propietario sin que ninguno haga nada, el asunto se pone serio. Para un buen final, hay que evitar lo siguiente:

  1. Tras el acercamiento verbal, el requerimiento de cese de actividades molestas debe hacerse primeramente mediante una carta para vecino con perro ruidoso o cualquier otra actividad que dañe la convivencia.
  2. Para avanzar con una denuncia formal, como un modelo de queja al Ayuntamiento por ruidos o una demanda, es recomendable estar respaldado por la Comunidad de Vecinos o incluso la Junta de Propietarios.
  3. Cuando se demande, es necesario recurrir a la ayuda de abogados, procurador, etcétera… La mejor opción es proceder con el llamado «acción de cesación». Siendo así, el Juez paralizará la actividad prohibida.

Ejemplos de carta a vecinos ruidosos que terminan con denuncias exitosas

Ya sea el inquilino es propietario o no, en España hay un histórico de ejemplos fructuosos de escrito de queja al Ayuntamiento por ruidos o demandas en los juzgados. Recordamos que estas instancias se abordan cuando el procedimiento de cómo redactar una carta para vecinos falla (la carta a un vecino ruidoso o molesto se usa como prueba en la demanda):

  • Emisión de humos de un local (bajo): Si el modelo de carta de queja de la Comunidad de Vecinos queda en papel mojado, sépase que ha habido condenas a locales para que cesaran la emisión irregular de humos, evitando así olores indeseados.
  • Ruidos procedentes de una vivienda: Si la carta a vecinos ruidosos no genera efecto alguno, los tribunales españoles han condenado a diversos vecinos a la reparación del daño causado con el cese de la actividad y compensaciones pecuniarias.
  • Alquiler de habitaciones y subarrendamiento: Asunto más peliagudo que la simple carta a vecino ruidoso, ya que puede tener consecuencias penales graves en caso de subarrendamiento. Se han producido diversas condenas prohibiendo el uso de vivienda como hospedería.


Queda claro entonces que aunque la carta a un vecino ruidoso o molesto es el paso inicial, no es el único. Por ello, si la carta a vecinos ruidosos o molestos no sirve para nada, queda la queja formal al Ayuntamiento o la demanda. El propietario también tiene responsabilidad en caso de arrendamientos, debiendo intervenir activamente para la solución del problema.