Cuando se trata de abordar diversos procedimientos administrativos, en ocasiones se exige que se dé constancia de ciertos hechos. Y es ahí cuando entra en escena el acta de manifestaciones. ¿Pero qué es un acta de manifestaciones y en qué contextos suele utilizarse? A continuación, todo aquello que debes saber sobre la carta de manifestaciones.

¿Qué es un acta de manifestación?

Básicamente, se trata de un documento notarial en el que el notario encargado recoge manifestaciones y declaraciones de una persona interesada en ello. Por tanto, sirve para dejar constancia de un hecho o circunstancia que atañe a un individuo concreto. Al ser ante notario, se convierte en un documento público del que se pueden solicitar copias a futuro.

Algunos ejemplos de carta de manifestación

  • Para solicitar el estudio en España por parte de un extranjero no comunitario cuando se necesita de una persona residente en el país que se responsabilice a nivel económico y de vivienda del interesado.

 

En un caso como este, el acta de manifestación lo llevará a cabo un familiar de la persona extranjera que desea estudiar en España o un individuo vinculado a esta dejará por escrito su compromiso con respecto a su sustento. De este modo, se acredita y se da validez a la situación del solicitante de un visado estudiantil, facilitando la autorización necesaria.

Otras situaciones en las que se recurre al modelo de acta de manifestaciones

Aparte del ejemplo comentado en el apartado anterior, son otras muchas las situaciones en las que se debe recurrir a un acta de manifestaciones en modelo estándar o notarial. A continuación, se recogen tres de las más destacadas:

  • Procesos relacionados con el Derecho de extranjería en los que una de las partes debe acreditar alguna circunstancia específica (por ejemplo, que dos personas que emigran a España eran pareja en su país de origen);
  • Asuntos relacionados con algún conflicto o litigio en los que una de las partes busca acreditar determinados sucesos o contextos (deudas en el seno familiar o relaciones complicadas entre hijos y padres, entre otras cosas);
  • En contextos mercantiles, cuando la carta de manifestación se conoce como de titularidad real. En ella, un representante de la empresa interesada manifiesta ante notario quién ostenta el control real y efectivo de la compañía.

¿Qué diferencias hay entre el acta de manifestaciones estándar y acta de manifestaciones notarial?

El acta de manifestaciones da validez a una serie de declaraciones. O, al menos, les da carácter oficial, ya que el documento no corrobora que lo declarado sea cierto. Es más, en caso de que el interesado mienta, puede terminar afrontando ciertas consecuencias legales. Y es por ello que las declaraciones incluidas se hacen bajo juramento. ¿Pero qué tipos hay?

  • El acta de manifestaciones notarial cuenta con la ventaja de su validez legal. Es por ello que puede recoger manifestaciones de todo tipo, como, por ejemplo, la postura que toma una compañía ante una demanda legal o, por el contrario, el testimonio de un testigo en un juicio.

 

Para poder completar un modelo de acta de manifestaciones notarial, lógicamente, el notario está presente durante la manifestación de los hechos, datos o circunstancias. Con ello, atestigua que el proceso se ha hecho libre de toda coacción. Eso sí, el acta notarial estándar puede utilizarse en determinadas situaciones pese a carecer de validez legal.

 

Otra diferencia notable entre la opción estándar y la notarial es el precio. Y es que en la segunda opción ha de retribuirse la labor del notario (e incluso puede contratarse un abogado para consulta). La ventaja radica en que la oficialidad del acta de manifestaciones notarial convierte el documento en algo público con todo lo positivo que ello conlleva.